Tantamayo: los rascacielos preincas que muestran el esplendor de una cultura

En la provincia de Huamalíes, en Huánuco, se yergue imponente un complejo arqueológico único que acusa del antiguo esplendor de una cultura. Ubicado, en el distrito de Tantamayo, a 3,800 msnm, en el oeste de la provincia, en la margen derecha del río Marañón.

Estas construcciones, según los arqueólogos, fueron realizadas entre los siglos X y XIV aproximadamente, por una población conocida como los Yarowillcas. Este pueblo se mantuvo independiente de los Incas, no sólo por sus destrezas guerreras probablemente, sino por su capacidad para construir fortalezas infranqueables en lugares estratégicos; sus edificaciones se erigen en una zona agreste y de difícil acceso, y presentan características típicamente defensivas.

Así, hoy se pueden observar sus restos silenciosos y enigmáticos, tales como la ciudadela de Japallan, los graneros de Selmín, los rascacielos de Piruro, el complejo de Susupillo, entre otros. El conjunto de recintos están protegidos por murallas que, sin duda, les permitieron protegerse de la codicia de sus vecinos.

En la zona existen más de 81 sitios arqueológicos, en un espacio de cerca de 65 kilómetros cuadrados. Su arquitectura se caracteriza por contener edificios de hasta 11 metros de altura y con 6 pisos construidos de piedras. Sus paredes son gruesas, de anchas bases y pisos superiores angostos, lo cual hizo posible que se mantuvieran en pie hasta nuestros días. Esto demuestra que los “yaros” conocían muy bien la ingeniería de la construcción.

Lo que impresiona al visitante son los edificios que se conocen como los “Rascacielos de América”, es decir, son edificaciones verticales, probablemente, los más antiguos del mundo, cuyas características asombran, puesto que presentan hasta escaleras de caracol.

Gracias al cronista Huamán Poma de Ayala se sabe que el Inca Tupac Yupanqui, conformó una confederación, en donde se designó al rey yaro, Capac Apo Chagua, jefe del Chinchaysuyo. Esta región fue una poderosa confederación de pequeñas naciones sujetas a este rey que, luego de la conquista Inca, se le denominó Incap Rantin, es decir, Vice Inca del Chinchaysuyo.

Los investigadores sostienen que este pueblo era una comunidad de pastores de raíces aymara, que se expandieron hasta Cajamarca y Chachapoyas por el norte y Ayacucho por el Sur. Se cree, además, que dominaron a los pueblos que se liberaron de la expansión Wari.

Como toda cultura, esta también pasó por un proceso de desarrollo que se inició en el pre cerámico y alcanzó su esplendor en el intermedio tardío, lo cual corresponde a los años 1250 y 1480 de nuestra era.

El conjunto y detalle de estas construcciones monumentales dan muestra que los Yaros, fueron una cultura poderosa, autosuficiente y guerrera. Sus castillos y torreones, acusan un avanzado sistema de defensa, así como sus reservorios, sitios de cultivo y pastoreo, informan sobre su capacidad previsora y su eficacia para luchar contra la hambruna y el embate de la naturaleza.

Entre los estudiosos más destacados de este complejo se encuentran Huamán Poma de Ayala, Julio C. Tello, el francés Bertran Flornoy, Waldemar Espinoza, Amat de Olazabal, y su redescubridor fue el Mons. Francisco Rubén Berroa.

Tantamayo es parte del patrimonio cultural de la Nación.

Nota:
Esta breve reseña se ha realizado en base a información recopilada de los siguientes sitios:
http://www.webhuanuco.com/historia_yarowilca.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/poma.htm
http://www.amigosyaventura.org/19/cronicas.htm
http://www.arqueologiadelperu.com