El biólogo Richard Tito, y su colega Kennerth Feely de la Universidad de Miami, realizaron un estudio sobre el impacto del cambio climático en las comunidades rurales del Perú, en Huamburque, Ongoy, Chincheros. Tito que es el autor principal del estudio que salió publicado en Global Change Biology, y Feeley, informaron que los tiempos difíciles están por venir para los agricultores rurales que cultivan los alimentos básicos de los Andes como el maíz y la papa.
Los investigadores realizaron experimentos en el que simularon qué les sucedería si los agricultores continúan sembrando en las mismas áreas en medio del incremento de las temperaturas.
Para realizar el primer experimento llevaron tierra de donde normalmente se cultiva el maíz a una zona más baja dónde la temperatura es mayor. Los investigadores conocían que el suelo de las alturas es diferente en textura y nutrientes que en el suelo más bajo. Esta simulación reveló que, con solo un pequeño aumento de temperatura de 1.3 grados a 2.6 grados, casi todas las plantas de maíz fueron destruidas por aves invasoras y plagas de insectos. A las plantas de papa les fue peor. La mayoría de las plantas morían y las papas que sobrevivían eran de tan baja calidad que no tenían valor de mercado.
En el segundo experimento, simularon lo que sucedería si los agricultores intentan contrarrestar el aumento de las temperaturas moviendo sus cultivos de maíz a sitios más altos. Para esto, los investigadores cultivaron maíz bajo temperaturas normales pero sobre tierra transportada desde las zonas más altas. Observaron que, con ese suelo de mayor altura, las plantas de maíz sobrevivieron, pero la calidad y cantidad de la cosecha se redujo considerablemente.
Así, observaron que el mayor daño que recibieron los cultivos fue por plagas, algo que no se observa en estudios de invernadero o de laboratorio.
La localidad de Huamburque proporcionó las zonas para el estudio que están a alturas entre 3000 y 4000 msnm. En esta zona los agricultores todavía conservan formas de cultivo tradicionales puesto que no utilizan variedades genéticamente modificadas de maíz o papa, ni pesticidas para eliminar las plagas.
Por esta razón los investigadores consideran que el cambio climático amenaza seriamente a dichos agricultores y, dada la extrema importancia de estos cultivos básicos para las comunidades andinas, estos hallazgos pueden tener enormes impactos, indicaron.