La publicación de revistas científicas ha cambiado mucho en los últimos años. Este cambio, impulsado por las exigencias del mismo quehacer científico actual y facilitado por las posibilidades que brinda el entorno de las TICs, ha impuesto nuevas exigencias a las instituciones, editores, autores, etc..
Las revistas hoy en día, no sólo deben afirmar en un eslogan su cientificidad, sino que tienen que probarlas en cada uno de sus artículos, en el seguimiento de normas, la aplicación de técnicas, así como el respaldo de una organización de trabajo dedicado, coordinado, experto y transparente. Es decir, no sólo es importante la experticia en la creación científica, sino la claridad con que se proceda en la gestión, selección, el análisis de la información y las decisiones que se tomen respecto al valor científico de un documento. Además de esto, es también importante que se cumplan con una serie pautas –normativas y tecnológicas- que aseguren la comunicabilidad, disponibilidad e identificación precisa, a escala global, de la información y los contenidos científicos.
Una revista, para que sea considerada de valor científico, tiene que mantener regularidad en: la frecuencia de publicación, cantidad de artículos en un determinado periodo, estructura de los artículos en forma y fondo, los datos que presenta, las reglas de edición, pautas para la revisión, así como un equipos de trabajo bien organizado.
El comienzo
Para iniciar la publicación de una revista se exige, en primera instancia, conformar un equipo editorial, los comités científicos, los consultores y los revisores que, obligadamente, tienen que incluir a expertos de la institución, del país y del exterior. Luego de esto, se tienen que afinar los criterios de la revista: especializada o multidiscipinaria, por ejemplo. Si es especializada, puede resultar más sencillo conformar los comités; si es muldisciplinaria, se tiene que conseguir casi medio centenar de expertos. Seguidamente, viene la prueba de fuego; probarte en el terreno de los hechos, manteniendo la frecuencia de salida de la revista, el número mínimo de artículos, la calidad de ellos, y cumplir fielmente con otros requisitos antes mencionados, durante, por lo menos, 2 años o 4 números de la revista.
Si se ha cumplido fielmente con todo esto, ya se puede postularla para su indexación en alguna base de datos de importancia.
Uno de los repositorios más cercanos a la comunidad científica peruana es SciELO Perú, la cual es una biblioteca electrónica, que proporciona acceso completo a una colección de revistas científicas peruanas. SciELO es un proyecto regional desarrollado la FAPESP - Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo, en colaboración con BIREME - Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, (Visitar SciELO) .
Actualmente, este repositorio, contiene 12 revistas peruanas que aportan un total de 3,611 artículos. Esta cifra es muy pobre aún, que refleja, más que falta de producción científica, un desfase en la adecuación a las nuevas reglas para las publicaciones científicas. Sólo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, UNMSM, hay más de 20 revistas, pero, la mayoría de ellas no han adecuados sus criterios a estas nuevas exigencias; de manera que están NO HABIDAS para la ciencia actual. Frente a este problema, el Vicerrectorado de Investigación de la UNMSM, está aplicando un plan que, esperan, pronto le haga recuperar el tiempo y espacio perdido a la Decana de América.
Estos son sólo algunos requerimientos que pueden ayudarnos, inicialmente, a orientarnos en el trabajo de una publicación científica. Hay otros detalles que se tiene que tomar en cuenta en el mismo proceso de gestión, edición y publicación.
Autor: Mg. Dennis David Dávila Picón. Director y promotor del Portal www.ciencias.pe