Un equipo de paleontólogos, ambientalistas, naturalistas y biólogos afiliados a varias instituciones en Canadá y Argentina descubrió que las pilas de guano dejadas por generaciones de cóndores andinos durante miles de años pueden proporcionar pistas sobre las condiciones ambientales cambiantes a largo plazo.
En su artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, el grupo describe sus dificultades para acceder a la pila de guano y cómo estudiaron su contenido.
A medida que avanza el cambio climático, los científicos de todo el mundo continúan estudiando sus impactos potenciales que están en curso. Una forma de hacerlo es estudiando cómo los animales se han adaptado al cambio climático del pasado. En este nuevo estudio, los investigadores centraron sus esfuerzos en los cóndores andinos, una especie conocida por haber persistido durante un largo período en relativo aislamiento. Eso ha convertido a los grandes carroñeros en el objetivo de varios esfuerzos de investigación.
Desafortunadamente, el aislamiento también los hace difíciles de estudiar. Los cóndores tienden a permanecer en el aire la mayor parte del tiempo y anidan en los lados de los acantilados, a los que es difícil llegar. En esta nueva investigación, el equipo superó tales obstáculos caminando largas distancias y luego bajando en rappel por un acantilado hasta llegar a un nido de cóndor. Una vez allí, descubrieron que el nido estaba rodeado por una gran pila de excremento de pájaro que se había ido acumulando durante muchos años. Intrigados por su hallazgo, cortaron un trozo grande y lo llevaron a su laboratorio para analizarlo.
Para estudiar la muestra de guano, los investigadores utilizaron una serie de técnicas, como la secuenciación del ADN y el análisis químico. Descubrieron que la pila de guano había estado creciendo durante aproximadamente 2200 años. También encontraron que la tasa de aumento varió con el tiempo, dependiendo de las condiciones ambientales: el crecimiento se desaceleró, por ejemplo, durante los mil años desde 1650 a. C. hasta 650 a. C., un período de fuerte actividad volcánica en el área.
También encontraron que, a medida que los humanos introdujeron ganado en el área, las aves pasaron a alimentarse de ovejas y ganado de una dieta anterior de ballenas muertas, guanacos y llamas.