Nueva tecnología para devolver fertilidad a tierras deforestadas o contaminadas del Perú

Una nueva tecnología que podría ayudar a revertir los efectos devastadores de la deforestación y la minería en la selva tropical más grande del mundo, la selva del amazonas, está siendo desarrollada por un equipo conformada por investigadores peruanos y de la Universidad Wake Forest University.

El valor de la Amazonia para la supervivencia y el clima del planeta todavía no es comprendido en su totalidad. Se sabe que regula el clima, los patrones meteorológicos del mundo y absorbe anualmente 1,5 mil millones de toneladas métricas de C02.

Sin embargo, este recurso está siendo destruido a un ritmo alarmante. Se informa que desde 1978, más de 289.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica se ha perdido, lo cual ha causado gran impacto debido a que, cuando se elimina una zona de árboles, el suelo pierde su capacidad para retener nutrientes esenciales, lo que, a su vez, hace difícil la germinación de los árboles y otras plantas.

El biochar, un tipo de fertilizante que originalmente fue desarrollado por indígenas amazónicos hace 2.000 años, está tomando una nueva versión en estos investigadores. Elaborado a partir de bambúes nativos, el biochar se realiza por la quema de restos vegetales agrícolas en hornos especialmente diseñados. El resultado es un carbón de grano fino poroso que hace posible los cultivos en las zonas que han sido despojadas de árboles o están contaminadas con metales pesados ​​provenientes de la minería.

El trabajo lo están realizando en la estación biológica Villa Carmen en la selva del Manu, donde los investigadores, instalaron sus equipos, - horno y otros componentes-, para comenzar a probar diferentes combinaciones de biochar a partir del bambú. Los investigadores esperan encontrar qué fórmula es la más efectiva para capturar el nitrógeno, carbono y otros nutrientes en el suelo y al mismo tiempo deshacerse de los metales pesados ​​como el mercurio.

Una vez que tengan el biochar más adecuado, empezarán a probar cómo se desempeñan tanto en tierras agrícolas como en terrenos contaminados mercurio por la actividad minera. Los investigadores señalaron, además, que utilizan el bambú como materia prima, debido a que esta planta crece rápidamente en terrenos deforestados o contaminados y tiene un potencial importante para los agricultores.