En un estudio publicado en Current Anthropology, Matthew Velasco, profesor asistente de antropología en la Universidad de Cornell, estudió cómo las prácticas de creación de cabezas pueden haber permitido la solidaridad política al tiempo que fomentaban la desigualdad social en la región.
Velasco analizó cientos de restos óseos humanos de múltiples tumbas en el Valle del Colca en los andes peruanos y descubrió que, antes de 1300, la mayoría de las personas no tenían cabezas modificadas. Observó que la cantidad de individuos con modificaciones craneales aumentaba con el tiempo, del 39.2 por ciento al 73.7 por ciento durante la última parte del Período Intermedio Tardío.
Las muestras esqueléticas de dos grupos étnicos principales mostraron que los Collaguas emplearon métodos para hacer que sus cabezas adoptaran una forma más larga y estrecha, mientras que los Cavanas trataron de hacer que sus cabezas se ensancharan. Eventualmente, la forma de la cabeza alargada de los Collaguas se convirtió en el estilo predominante de modificación en el alto Valle del Colca. Según Velasco, este cambio hacia la incorporación de una identidad compartida puede haber fortalecido los lazos entre los grupos involucrados en un conflicto prolongado con los forasteros, incluidos los incas.
Los investigadores sostienen que la mayor homogeneidad de las formas de la cabeza sugiere que las prácticas de modificación contribuyeron a la creación de una nueva identidad colectiva y pueden haber exacerbado las diferencias sociales emergentes. Así, la forma de la cabeza pudo tener significado evidente de afiliación y pudo haber fomentado unidad entre las élites y una mayor cooperación política.
Sin embargo, no está claro si la modificación de la cabeza confirió distintos privilegios y un estatus superior, pero Velasco encontró evidencia bioarqueológica de que las mujeres modificadas tenían un mayor acceso a diversas opciones de alimentos y tenían menos probabilidades de sufrir violencia. La modificación craneal parece ser un factor en la desigualdad social.
Durante el estudio, encontraron una explicación para las modificaciones craneales en un documento colonial español del siglo XVI. Este describía grupos que modelaban cráneos con la forma del volcán a partir de su mito de origen. Si esto es cierto, sostienen, la modificación craneal, refleja una cosmovisión profundamente religiosa y fue fundamental para el ser y la existencia de una persona, y no simplemente una moda.
Con información de PHYSOR.com