La papa, hoy en día uno de los tubérculos más populares en el mundo, es consumido por los seres humanos desde hace más de 5,000 años. Si bien se sabe que su domesticación y cultivo se originó en los andes peruanos, aún no se conoce cómo ni cuándo, los antiguos peruanos, le hicieron parte de su dieta alimenticia.
Sin embargo, investigar su historia no ha sido fácil debido a que a no ha sido posible encontrar vestigios de su uso o consumo. Encontrar evidencia de maíz, trigo u otros cultivos de semillas es más fácil que descubrir los restos de vegetales de raíz o tuberosos, tales como la papa. Las semillas cultivadas suelen aparecer entre restos arqueológicos incluso si estos han sido quemados. Lo cual es muy diferente con respecto a la papa, puesto que suele consumirse por completo.
Pero, recientemente, una publicación aparecida en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, PNAs, informó que se encontraron pruebas del consumo más temprano de papa en el sitio Jiskairumoko, que está ubicado en la cuenta del lago Titicaca en Puno, y que datan de entre los 3.400 y 2.200 años antes de nuestra era.
Los científicos señalaron que la cuenca del Titicaca Occidental está dentro del área donde fue domesticada la papa y los restos encontrados en el mencionado sitio pueden proporcionar evidencia de ello. El sitio es único y tiene el potencial para proporcionar datos relevantes sobre los primeros pueblos de la región. Su superficie, que estaba cubierta de artefactos y el arado, mostró un suelo rico, que es signo de que era utilizado como vertedero de basura por los antiguos aldeanos.
En Jiskairumoko, los arqueólogos recuperaron muestras microscópicas de almidón de papa impregnas en piedras de moler, un método que se está volviendo más común en la arqueobotánica para determinar la identidad de los restos.
Debido a que el ancestro silvestre de la papa es tóxico, la gente tuvo que encontrar la manera de reducir o eliminar estas toxinas; molerlas pudo haber sido una manera de hacerlo. La manipulación de los cultivos para eliminar las toxinas fue otra tarea crucial. La planta hoy en día domesticada ha sufrido muchos cambios.
Los fragmentos de evidencia, incluyendo restos de papas, ayudan a los investigadores obtener una imagen más sofisticada de la historia de nuestros antepasados.
El propósito de estudiar este sitio fue explorar el proceso del paso de los hombres de cazadores-recolectores hasta convertirse en personas sedentarias, agricultores que cultivaban las plantas y criaban animales. En el momento en que este sitio fue abandonado en el año 1300 antes de nuestra era, la papa ya había sido domesticada.
El sitio, en torno a 3.400 msnm, ha vuelto a utilizarse como tierras de cultivo por la población local, de manera que, la zona arqueológica requiere de protección por el gobierno peruano.
Es un sitio, como pocos en el mundo, dónde se puede encontrar vestigios importantes sobre la historia de las poblaciones; cuando la agricultura y la ganadería se convirtieron en fundamentales para su desarrollo. Además, se ha trabajado un novedoso método de análisis que se basa en las aportaciones de muchas disciplinas diferentes, lo cual lleva a proporcionar una imagen mucho más matizada de uso de las plantas en el espacio y el tiempo.