La vida animal no hubiese prosperado en nuestro mundo sin el oxígeno, esto es lo que se creía hasta ahora.
Biólogos marinos descubrieron recientemente grandes bancos de peces que viven en las profundidades oscuras del Golfo de California, donde prácticamente no hay oxígeno. Usando un robot submarino, los científicos observaron que estos peces prosperaban en condiciones de bajo oxígeno que serían mortales para la mayoría de los otros peces. Este descubrimiento deja muchas interrogantes abiertas, e inclusive, podría ayudar a los científicos a comprender cómo otros animales marinos podrían hacer frente a los cambios –que está en curso-, en la química del océano.
En dichas zonas del océano profundo, los investigadores observaron anguilas y tiburones piruleta nadando activamente en áreas donde la concentración de oxígeno era inferior al uno por ciento de las concentraciones típicas de oxígeno en la superficie.
Es decir, ese ambiente es un hábitat subóxico, en que los peces no deberían estar. Sin embargo, había cientos de ellos, informaron los científicos.
En los instrumentos del ROV se mostraron que estos peces vivían en un ambiente donde las concentraciones de oxígeno eran de una décima a una cuarta parte más bajas como las toleradas por otros peces con bajo contenido de oxígeno. Las dos especies de peces antes mencionadas parecían preferir estas áreas de bajo oxígeno que otras áreas donde las concentraciones de oxígeno eran más altas.
Los investigadores señalaron que muchos otros tipos de peces son muy tolerantes a las condiciones de bajo oxígeno, pero los encontrados en estas partes del Golfo “son como los ganadores entre un grupo de atletas olímpicos de élite”.
Uno de los objetivos de este estudio fue utilizar las grandes variaciones naturales de oxígeno y temperatura encontradas en el Golfo para estudiar cómo las comunidades de animales del fondo marino podrían cambiar en respuesta a condiciones de oxígeno más cálidas y de bajo oxígeno, que han sido predichas por algunos modelos climáticos.
Los investigadores aún no saben exactamente cómo estos peces pueden sobrevivir, e incluso prosperar, en condiciones tan duras. Tanto las anguilas como los tiburones tienen cabezas grandes con branquias rojas vibrantes, que pueden ser particularmente buenas para absorber el oxígeno del agua circundante. Los peces también son pequeños, miden menos de 30 centímetros (un pie) de largo, con cuerpos flácidos y huesos delgados y poco desarrollados, todos los rasgos que pueden ayudarlos a conservar energía, informaron.
La investigación ha sido descrita en la revista Ecology por Natalya Gallo, es una estudiante graduada en el Instituto Scripps de Oceanografía, Universidad de California.