Descubren nuevo género de pez eléctrico

Una remota región de América del Sur ha sido el lugar en el que un equipo de científicos internacionales ha descubierto recientemente un nuevo género de pez eléctrico, denominado Akawaio penak.

Se trata de un familiar de las anguilas que fue encontrado en las en las aguas poco profundas y turbias de la parte alta del río Mazaruni, ubicado en el norte de Guyana. Luego de realizarse en la zona una expedición, liderada por el investigador Hernán López-Fernández del Royal Ontario Museum, se analizó muestras de tejido de algunos ejemplares y se hizo la secuenciación de su ADN.

 

El resultado de la reconstrucción del árbol evolutivo, publicado en la reciente edición de la revista Zoologica Scripta, demostró que era muy distinto a lo conocido, por lo tanto para los implicados en el estudio de este pez representaba un nuevo género, un nivel de clasificación taxonómica superior a la de una especie, otorgándole el nombre en honor de los amerindios Akawaio que pueblan la parte superior del Mazaruni.

Entre las características de esta anguila, se encuentra un órgano largo capaz de producir un campo eléctrico. Sin embargo, según los autores del estudio, su descarga es demasiado débil como para aturdir a sus presas, utilizándolo sólo para detectar objetos y a la vez comunicarse con sus similares.

Asimismo, al parecer en el área de este descubrimiento todavía existe la posibilidad de nuevos hallazgos. Aunque se sabe que el río mencionado es un gran punto de diversidad biológica, gran parte del lugar está sin examinar debido a su localización remota,  ya que ha permanecido alejada del resto de América del Sur por más de 30 millones de años.

"El hecho de que esta zona sea tan remota y haya estado aislada durante mucho tiempo significa que es muy probable encontrar nuevas especies", declaró al respecto Nathan Lovejoy, investigador de la Universidad de Toronto Scarborough y co-autor del estudio.

Tras dar a conocer su descubrimiento, la investigación dejó saber que la región sufre cada vez más de la degradación del hábitat de agua dulce, consecuencia de la extracción de oro en la zona, lo cual pone en riesgo a muchas especies únicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.

Foto:  Hernán López-Fernández / Nathan Lujan