El puente Q´eswachaka: una tradición cultural viva desde tiempos prehispánicos

Cada año, en el mes de junio, más de mil integrantes de las cuatro comunidades de Quehue (Hunchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue), provincia de Canas, región Cusco, se reúnen durante tres días para renovar el puente Q´eswachaka, el cual forma parte de un tramo secundario del Qhapaq Ñan, en la ruta entre Cusco y Apurímac.

Está ubicado sobre un tramo del río Apurímac, a una altitud aproximada de 3.700 metros sobre el nivel del mar. Tiene una extensión de 28 metros y un tablero de 1,20 metros de ancho. Se ancla en grandes bases de piedra que se yerguen en cada extremo de la quebrada.

Es el único puente colgante fabricado enteramente a mano, a partir de fibras vegetales de origen local y cuyo tradicional proceso de reposición anual se ha mantenido constante desde hace por lo menos 600 años.

La renovación se realiza con la modalidad de la mink´a o minga, una forma andina de trabajo colectivo no remunerado que tiene como finalidad obtener beneficios comunes. Cada familia de las comunidades citadas tiene la obligación de fabricar una soga denominada q´eswa de 40 brazadas de largo (alrededor de 70 metros), confeccionada con una fibra vegetal llamada q´oya (Festuca dolichophylla), gramínea de la familia del ichu.

Primer día: la renovación del puente se inicia un jueves. Se practica un ritual ancestral para rendir culto a las deidades tutelares de la zona a cargo de un oficiante llamado paqo, quien realiza una ceremonia a la pachamama o madre tierra en una mesa ritual. Los principales productos que se colocan sobre la mesa son hojas de coca, mazorcas y granos de maíz, vino servido en un vaso de madera tradicional o qero, cigarrillos, un feto de llama y varios huevos de gallina. Este día los pobladores de las cuatro comunidades que forman el distrito elaboran grandes sogas a partir de las q´eswas o soguillas hechas de fibra vegetal. Una vez listas estas sogas servirán como base del puente y como barandas.

Segundo día: por la mañana, muy temprano, el paqo dispone nuevamente la mesa de ofrendas, luego de recibir la autorización de la pachamama y de los apus, los comuneros instalan en las bases incas los duros y los makis, grandes sogas que sirven de piso y pasamanos del puente, que fueron elaborados el día anterior.

Tercer día: los chakaruwaq, o tejedores de puentes, Victoriano Arizapana y Eleuterio Callo, se reúnen temprano en la mesa ritual y después de recibir a través del paqo el permiso del pachamama y de los apus empiezan la delicada y arriesgada tarea de tejer el tablero del puente. Cuando comprueban la firmeza de la estructura de sogas colocada el día anterior se sientan sobre la base del puente e inician el tejido. Esta dura labor suele tomar todo el día.

Cuarto día: se realiza una gran celebración donde participan todos los comuneros de las cuatro localidades festejando la renovación del puente.

La renovación anual del puente Q´eswachaca es el elemento fundamental de la identidad cultural de la población de Quehue y representa el vínculo que establece con la naturaleza y con la historia. Es un ejemplo de la riqueza del patrimonio inmaterial del país, y un símbolo de orgullo que hoy el mundo reconoce. (Extracto tomado del sitio del Ministerio de Cultura)