Una gran tumba encontrada en San José de Moro, un centro ceremonial precolombino Moche en nuestra costa norte, contenían los restos de una mujer que había sido enterrada con ofrendas suntuosas, como corresponde a una sacerdotisa o una reina.
En el entierro se encontró un ataúd ricamente decorado, cubierto con placas de cobre y en su interior yacía un esqueleto de hace 1.200 años, junto con preciosas vasijas de cerámica, un cuchillo ceremonial y una copa de plata. Todos estos ornamentos informan sobre el poder que había ejercido esta mujer durante su vida.
El descubrimiento de esta sepultura echa por tierra las nociones de muchos arqueólogos que sostenían que Moche era una sociedad gobernada por guerreros.
Esta tumba real, que fue excavada en 2013, el octavo encontrado en 25 años, fue descubierta por el Programa Arqueológico San José de Moro, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que fue liderado por el profesor Luis Castillo.
Las tumbas, que fueron llamadas, las sacerdotisas de San José de Moro, mostraron a las mujeres que usaban ricos tocados y collares, estaban rodeadas de víctimas de sacrificio y exquisitas reliquias, incluyendo copas de plata. Todo lo cual ponen de relieve el papel prominente de las mujeres en la sociedad Moche.
Las denominaron sacerdotisas debido a su parecido con figuras representadas en los rituales de las escenas que se encuentran en el arte Moche. Los Moche no tenían lenguaje escrito, pero dejaron miles de vasijas de cerámica con dibujos que retratan su vida cotidiana, sus creencias y visión cosmológica. En las escenas se representa el sacrificio humano, la sacerdotisa con un tocado, que sostiene una copa de plata llena de sangre de sus víctimas.
Considerada como la primera civilización a nivel estatal en las Américas, los Moche florecieron y expandieron por la costa norte de Perú antes de los Incas, entre el primer y octavo siglo, mientras que, al mismo tiempo, los mayas prosperaban en México y América Central. Dominaron el desierto a través de un complejo sistema de irrigación, construyeron pirámides de adobe, y al igual que muchas culturas antiguas, utilizan la religión para unificar la sociedad.
En 2006, descubrieron una momia bien conservada enterrada con magníficos objetos y dos mazas ceremoniales en la localidad de Cao, en la costa norte del país. Se la llamó la señora de Cao, la cual según las evidencias, era una reina guerrera y que actualmente es considerada la primera mujer gobernante del Perú prehispánico, se cree que reinaba hace 1.700 años. A raíz de estos descubrimientos, los arqueólogos están derribando la creencia generalizada de que los Moche en el norte de Perú fue un imperio unificado dirigido por un solo gobernante.
Los estudios de los restos de sacerdotisas Moche muestran que eran físicamente fuertes y bien alimentadas, otra clave de su estado y nobleza, condición que puede haber influido en sus posiciones de poder en la sociedad.
Fotos: Programa Arqueológico San José de Moro. PUCP.