Una nueva generación de retinas artificiales basadas en materiales 2-D

 

Los científicos informan que han desarrollado y probado con éxito la primera retina artificial ultrafina del mundo que podría mejorar enormemente la tecnología existente de visualización implantable para ciegos. El dispositivo flexible, basado en materiales muy delgados en 2-D, algún día podría restaurar la vista a los millones de personas con enfermedades de la retina. Y con algunas modificaciones, el dispositivo podría usarse para rastrear la actividad del corazón y el cerebro.

La retina, ubicada en la parte posterior del ojo, contiene células fotorreceptoras especializadas llamadas varillas y conos que convierten la luz entrante en señales nerviosas. Estos impulsos viajan al cerebro a través del nervio óptico, donde se decodifican en imágenes visuales.

Las enfermedades como la degeneración macular, la retinopatía diabética y la retinitis pigmentosa pueden dañar o destruir el tejido de la retina, lo que lleva a la pérdida de la visión o la ceguera completa. No hay cura para muchas de estas enfermedades, pero los implantes de retina a base de silicona han restaurado un mínimo de visión a algunas personas.

Sin embargo, estos dispositivos son rígidos, planos y frágiles, por lo que es difícil replicar la curvatura natural de la retina. Como resultado, los implantes de retina a base de silicona a menudo producen imágenes borrosas o distorsionadas y pueden causar tensión a largo plazo o daño al tejido ocular circundante, incluido el nervio óptico. Es por eso que los científicos se enfocaron en la búsqueda de materiales para desarrollar una alternativa más delgada y más flexible que imitara mejor la forma y función de una retina natural.

En esto, utilizaron materiales en 2-D, incluidos el disulfuro de grafeno y molibdeno, así como capas delgadas de oro, alúmina y nitrato de silicio para crear una matriz de sensores flexible, de alta densidad y curvada. De esta manera creraon un dispositivo que se asemeja a la superficie de un balón de fútbol aplanado o icosaedro, se ajusta al tamaño y la forma de una retina natural sin perturbarlo mecánicamente.

Los investigadores están muy entusiasmados con el resultado obtenido y resaltaron que es la primera demostración de que es posible usar grafeno de pocas capas y disulfuro de molibdeno para fabricar con éxito una retina artificial. Además, indicaron, que la investigación todavía está en sus primeras etapas, pero es un punto de partida muy emocionante para el uso de estos materiales para restaurar la visión.

La investigación ha sido liderada por Nanshu Lu, de la Universidad de Texas en Austin y fue presentada en el 256º Encuentro Nacional y Exposición de la American Chemical Society (ACS).