Resistencia de los chachapoyas contra el dominio inca está conservado en sus genes

Se sabe que la región de Chachapoyas fue conquistada por el Imperio Inca a fines del siglo XV. El conocimiento del destino de la población local se ha basado en gran medida en las historias orales de los incas, escritas solo décadas después de la conquista española. Los relatos incas afirman que la población nativa fue reasentada a la fuerza fuera de Chachapoyas y dispersa a través del Imperio Inca. Sin embargo, un nuevo estudio en Informes Científicos, realizado por un equipo internacional que incluye investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana e investigadores peruanos, utilizó evidencia genética para revelar que a pesar de la conquista Inca, la población de Chachapoyas ha permanecido genéticamente distinta y no fue asimilada al corazón del Imperio Inca.

A pesar de sus logros espectaculares, desde las primeras ciudades de las Américas hasta el Imperio Inca, los pueblos indígenas de los Andes no dejaron ninguna historia escrita. Sin embargo, un legado que ahora se puede leer es la diversidad genética de sus descendientes en la actualidad, especialmente cuando se lo toma junto con la rica arqueología de los Andes y la prehistoria de sus lenguas nativas. Este es el enfoque adoptado en un nuevo estudio en Informes científicos para evaluar el legado demográfico de los incas.

El estudio surge de una colaboración entre institutos de investigación en Perú y Alemania, incluido el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana. La atención se centra en una región clave en la transición bosque nuboso entre los Andes y la Amazonia en el norte de Perú. Aquí los Incas encontraron una feroz resistencia de los "Guerreros de las Nubes", la cultura Chachapoyas, notada particularmente por sus distintivos sarcófagos en forma de cuerpo y la monumental fortaleza de Kuelap, el "Machu Picchu del norte". Se cree que, particularmente para castigar a los rebeldes y asegurar el control sobre esas tierras, los incas los reubicaron a millones de personas entre las cuatro regiones del Tawantinsuyo. Según los informes, Chachapoyas fue uno de los pueblos que tuvo este destino.

"Al enfocarnos en varios indicadores lingüísticos, pudimos identificar una señal genética en Chachapoyas que resultó ser mucho más diversa de lo que esperábamos, especialmente en la línea masculina, de padre a hijo", explica Chiara Barbieri, genetista del Instituto Max Planck de Alemania, y autora principal del estudio. "Antes que nada, todavía hay un fuerte componente nativo americano sobreviviente, a pesar de toda la mezcla con genes europeos desde la conquista española. Además, aquí el componente nativo es bastante diferente de la línea genética principal en las tierras altas del centro y sur de Perú. Aquí es donde se originó el Imperio Inca, sus predecesores, y realizaron sus conquistas. Las redes de carreteras y la construcción del imperio terminaron por homogeneizar la composición genética". Sin embargo, este estudio revela cómo la gente de Chachapoyas, por el contrario, permaneció relativamente aislada. "Parece que algún legado genético de los Chachapoyas resistió los impactos de los Incas, hasta el día de hoy", explica Barbieri.

Los genetistas peruanos, José Sandoval y Ricardo Fujita de la Universidad San Martín de Porres en Lima, Perú, también participaron en el estudio. "Estas últimas muestras son parte de una cobertura genética más amplia del Perú que hemos estado acumulando durante años. Son los grupos como Chachapoya, cultural y lingüísticamente muy distintos, quienes tienen más que decirnos sobre nuestros antepasados: de dónde vinieron, desde donde migraron, qué interacciones tuvieron entre sí, y así sucesivamente. Además, la cultura Chachapoyas dejó restos arqueológicos tan extensos que hay buenas perspectivas para recuperar ADN antiguo, para complementar el cuadro moderno".

Por su parte, Paul Heggarty, lingüista y autor del estudio, también del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, fue motivado por primera vez para lanzarse a este proyecto después de encontrar resultados inesperados de un viaje de trabajo de campo lingüístico a Chachapoyas. Encontró pocos ancianos sobrevivientes hablantes de un idioma indígena que, según la mayoría, ya se había extinguido en esta región. "El quechua es uno de nuestros vínculos de vida más directos con la gente del Nuevo Mundo antes de Colón. Todavía tiene millones de hablantes, más que cualquier otra familia de idiomas de las Américas, pero ya no en Chachapoyas. Ahora solo hay una docena que más o menos habla con fluidez en algunas aldeas remotas, por lo que tenemos que actuar rápido si queremos averiguar sus orígenes reales".

La forma chachapoyana del quechua ha sido generalmente clasificada como la más estrechamente relacionada con el quechua hablado en Ecuador, pero los nuevos resultados de ADN no muestran conexiones cercanas entre los hablantes de quechua en estas dos áreas. "Los lingüistas deben reconsiderar su visión tradicional del árbol genealógico de las lenguas quechuas y la historia de cómo se propagaron a través de los Andes", señala Heggarty. "Parece que el quechua llegó a Chachapoyas sin un gran movimiento de personas. Esto tampoco encaja con la idea de que los incas forzaron a la población chachapoyana a hablarlo".

Jairo Valqui, otro coautor lingüista de la Universidad Nacional de San Marcos en Lima, agrega una nueva perspectiva sobre una capa de lenguaje aún más temprana. "Una vez que llegaron el quechua y el español, las lenguas locales chachapoyanas se extinguieron. Recuperar algo de ellas es un verdadero enigma y un desafío para los lingüistas. Dejaron muy pocas huellas, pero hay algunas combinaciones características de sonidos, que aún sobreviven: los apellidos de las personas y los nombres de lugares locales, como Kuelap en sí mismo".

Valqui, que es un chachapoyano, también hace incapié en llevar estos resultados genéticos a la población local. "Para la sociedad peruana de hoy, esto importa. Ha habido una apreciación de los incas desde hace mucho tiempo, pero a menudo a costa de dejar de lado todo lo demás a pesar del gran registro arqueológico existente en todo el Perú y la diversidad en nuestro patrimonio lingüístico y genético. El Perú no es solo Machu Picchu, sus pueblos indígenas no fueron solo los incas".

Fuente: Phys.org