En un artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, un equipo de investigadores ha descrito varios experimentos realizados con el fin de explicar las tasas anormalmente altas de la enfermedad de Chagas. Los hallazgos descartan todas las fuentes de contagio conocidas menos una, lo cual podría generar ciertos cambios con el fin de reducir estas tasas de infección.
El equipo, conformado por investigadores peruanos y estadounidenses encontró evidencia que sugiera que esta alta tasa de infección de la mencionada enfermedad que se presentan en algunas comunidades peruanas estaría relacionada a la matanza de los cuyes para el consumo.
La enfermedad de Chagas es una enfermedad causada por el parásito tropical Trypanosoma cruzi, el cual se transmite principalmente por insectos conocidos como chirimachas o vinchucas. Los investigadores firman que no existe cura para la enfermedad, sin embargo, rara vez es fatal, señalan. La incidencia de la enfermedad es frecuente en América del Sur, Central y México. En el Perú, el mal de Chagas ha sido un visitante frecuente en muchas comunidades, presentándose tasas de infección de hasta el 40 por ciento en algunas comunidades rurales.
En este nuevo estudio, los investigadores trataron de averiguar las razones de esta alta incidencia, para lo cual centraron su atención en una pequeña comunidad en el departamento de Arequipa.
El equipo comenzó notando que las tasas de infectados de insectos eran mucho más altos de lo normal en dicha comunidad (que a veces llegaba al el 85 por ciento) y que esas tasas de infección se relacionaron con los criaderos de cuyes. De esto señalaron tres posibles explicaciones: que los insectos se estaban infectan al ingerir las heces de otros insectos, que estaban involucrados otros animales además de los cuyes; y, los más probable, que se había formado un cuello de botella, debido a la mayor concentración de insectos, lo cual produce una mayor probabilidad de infecciones en las personas.
Después de recoger muchas muestras para las pruebas, los investigadores descartaron las dos primeras posibilidades, lo que dejó la tercera como la respuesta más probable. Los investigadores señalan que en esa parte del país, la gente come cuyes y los cría con alfalfa. También señalan que a finales del verano, cuando comienzan las celebraciones, los precios de la alfalfa suben y el cuy pasa a formar parte importante del menú, lo cual provoca que el número de estos en corrales, decaiga dramáticamente. Esto significa que un alto número de insectos infectados queden en la zona en un pequeño número de cuyes mantenidos para reproducción. Debido a esto, un porcentaje más alto de personas se infectan.
Los investigadores sugieren, para revertir este problema, que se evite la drástica disminución de los cuyes en los corrales, manteniendo el precio fijo de la alfalfa, para que no obligue a los criadores a sacrificarlos cuando sus precios suben.
Esta investigación ha sido publicada con el nombre de Bottlenecks in domestic animal populations can facilitate the emergence of Trypanosoma cruzi, the aetiological agent of Chagas disease.