Los Pingüinos de Humboldt viven en lugares en los que se sumergen en aguas que están a temperaturas bajo cero en el invierno, y, a pesar de mojarse, sus plumas se mantienen lisas y libres de hielo.
Los científicos han descubierto el mecanismo que podría hacer que esto sea posible. Según se informa en ACS ' Journal of Physical Chemistry C, la clave está en la microestructura de las plumas de dichos pingüinos.
Tomando como base a este hallazgo, los científicos repitieron esta arquitectura en una membrana de nanofibras con lo cual podría desarrollarse un material a prueba de hielo.
Los pingüinos de Humboldt habitan un territorio que comienza en la costa sur del Perú y se extiende hasta el extremo sur de Chile. Estas aves nadan en algunas de estas áreas que presentan aguas muy frías. Estas aguas forman parte de una corriente oceánica fría que se extiende por la costa sudamericana desde la Antártida. Sin embargo, estas aves, a pesar de vivir en estos hábitats extremadamente fríos, sus plumas las mantienen cálidas y libres de hielo.
Los científicos han sospechado que la capacidad de la pluma del pingüino para repeler el agua fácilmente, explica por qué el hielo no se acumula en ellos. Según los investigadores, el agua se deslizara antes de que llegue al estado de congelación. Pero la investigación ha encontrado que bajo humedad alta o a muy bajas temperaturas, el hielo puede pegarse a superficies planas, lo que no sucede con estas plumas. De manera que tuvieron que buscar otra explicación.
Así, los investigadores examinaron de cerca las plumas del pingüino de Humboldt utilizando un microscopio electrónico de barrido. Encontraron que las plumas se componen de una red de púas, estructuras arrugadas y pequeños ganchos de enclavamiento. Además de ser hidrófoba, esta arquitectura jerárquica con estructuras ranuradas, es anti-adhesivo. Las pruebas mostraron que el hielo no se adhiere a ella.
Con esta información fueron capaces de imitar la microestructura de las plumas, con el que desarrollaron una membrana de fibra de poliamida que repele el hielo (icephobic), la cual, dicen los investigadores, podría ser utilizado en aplicaciones tales como aislamiento eléctrico en zonas de muy bajas temperaturas, entre otras cosas.