Plantas fósiles en el altiplano peruano revelan dramático cambio en el clima

 

Investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) encontraron plantas fósiles en una fría llanura a gran altitud, entre las cuales estaba un enorme árbol fósil enterrado en una zona cubierta de hierba.

Estos fósiles de plantas de este sitio a gran altitud ubicado en el sur del país contiene registros de cómo, el medio ambiente en las montañas de los Andes, cambió drásticamente durante los últimos 10 millones de años. Este registro informa que este cambio sucedió de manera diferente a lo que sugieren los modelos climáticos del pasado.

Los investigadores encontraron cientos de muestras de madera, hojas y polen fósiles que revelan que cuando estas plantas estaban vivas el ecosistema era más húmedo, incluso más húmedo de lo que predijeron los modelos climáticos del pasado. Señalaron que, probablemente, no exista un ecosistema moderno comparable, porque las temperaturas eran más altas cuando estos fósiles fueron depositados hace 10 millones de años.

Observaron que, la anatomía de la madera petrificada es muy parecida a la anatomía de la madera en los bosques tropicales de baja elevación en la actualidad. De hecho, sostienen, que la altitud entonces era probablemente de solo 2.000 metros sobre el nivel del mar.

Acotaron también que ese ecosistema no duró mucho. En la actualidad, la árida meseta entre montañas se encuentra a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Fósiles de cinco millones de años de los mismos sitios confirmaron que había nacido el ecosistema de la Puna que ahora domina las altas mesetas de los Andes: las muestras de polen más jóvenes provenían principalmente de pastos y hierbas, en lugar de árboles. El material de las hojas era de helechos, hierbas y arbustos, lo que indica que la meseta ya se había elevado a su altitud actual.

Según los investigadores, el registro fósil en la región revela dos cosas: tanto la altitud como la vegetación cambiaron drásticamente en un período de tiempo relativamente corto, lo que respalda una hipótesis que sugiere que el levantamiento tectónico de esta región ocurrió en pulsos rápido.

Los científicos saben que la elevación de los Andes jugó un papel importante en la configuración del clima de América del Sur, pero la relación entre el ascenso de los Andes, el clima local y la vegetación aún no se comprende bien.

Finalmente, señalaron que, para fines de este siglo, los cambios en la temperatura y las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono volverán a aproximarse a las condiciones de hace 10 millones de años. Es por ello que, comprender las discrepancias entre los modelos climáticos y los datos basados en el registro fósil ayudará a dilucidar las fuerzas impulsoras que controlan el clima actual del Altiplano y, en última instancia, el clima en todo el continente sudamericano.

Este estudio fue liderado por Carlos Jaramillo, del STRI, y sus hallazgos han sido publicados en la revista Science Advances.