Monos y humanos comparten comportamiento clave para el aprendizaje y la socialización

Seguir la mirada del otro es una característica del aprendizaje y socialización humana que dura desde la infancia hasta la vejez. Los seres humanos cambian la forma en que siguen miradas a lo largo de la vida, y las interrupciones en esta capacidad de seguir la mirada de alguien, es señal de advertencia de autismo y otros déficits sociales.

Como los humanos, los monos muestran el mismo patrón de seguimiento de la mirada del otro durante toda su vida, lo que sugiere que su comportamiento está profundamente arraigado en pasado evolutivo humano.

Seguir la mirada es una ruta fundamental de desarrollo que sienta las bases para la adquisición del lenguaje y la interacción social, señalan los investigadores. Encontraron que ese seguimiento de la mirada emerge de la misma manera en una especie con un tipo completamente diferente de historia de vida.

Es estudio lo hicieron con 481 monos rhesus que viven en un coto, los cuales respondieron a la mirada hacia arriba de un investigador. Al igual que con la mayoría de los bebés humanos, los monos infantiles se inician en el seguimiento de la mirada desde una edad muy temprana. Sin embargo, tendían a seguir más miradas que los bebés humanos con el fin de averiguar lo que el investigador estaban mirando, incluso después de tres o cuatro miradas que no llevaba a nada de interés. Los monos se volvieron más flexibles en seguir la mirada y se habituaron a repetir las miradas con el paso del tiempo. Durante la edad adulta, las respuestas de los monos fueron más variadas, ellos comenzaron a mostrar diferencias sexuales similares a los humanos, las hembras respondieron a miradas más que los machos. Igual que los humanos más viejos, los monos de más edad se volvieron, en general, menos sensibles a las señales de seguir la mirada.

Este es el primer estudio que muestra una relación muy estrecha entre el desarrollo social en los seres humanos y los monos. Esta prueba realizada con un gran número de monos también permitirá estudiar las variaciones genéticas y de comportamiento individual entre animales.

Estos resultados proporcionan nuevas pruebas de que la atención social de los monos sigue una trayectoria muy similar a la humana en todos los grupos de edad, afirman los investigadores.

Los monos tienen diferentes experiencias sociales que los seres humanos, crecen mucho más rápido que nosotros, y no comparten las mismas características del ser humano cuando envejecen, como la menopausia; sin embargo, muestran los mismos cambios que los seres humanos en esta habilidad social fundamental, desde la infancia hasta la vejez, indicaron.

Estos hallazgos sugieren que algunas capacidades sociales como el seguimiento de la mirada puede tener una base biológica más profunda de lo que se pensaba.

Este estudio ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Yale, Harvard y la Universidad de Pennsylvania y fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.