Un nuevo estudio de investigadores de Medicina de Penn en el Centro de Epidemiología Clínica y Bioestadística demostró que los chinches de cama, al igual que las vinchucas (triatominos), pueden transmitir el parásito que causa la enfermedad de Chagas (Trypanosoma cruzi), una de las enfermedades más prevalentes y mortales en las Américas.
El papel de estos insectos hematófagos como vectores de la enfermedad de Chagas ha sido reconocido en este reciente estudio. Esta enfermedad afecta entre 6 y 8 millones de personas en todo el mundo, principalmente en América Latina, y mata a cerca de 50 mil al año. Los insectos vectores infectan a las personas a través de las heces que depositan en su anfitrión mientras duerme, a quien pican a menudo alrededor de la cara. Los chinches de cama, por otro lado, generalmente se consideran libres de enfermedades cuyas víctimas se quedan sólo con ronchas que dejan sus mordeduras.
El estudio aparecido en la revista American Journal de Medicina Tropical e Higiene, liderado por, Michael Z. Levy, PhD, profesor asistente en el departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Universidad de la Escuela de Medicina Perelman de Pennsylvania, en la que participaron investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia en Perú, llevaron a cabo una serie de experimentos de laboratorio con el que demostraron la transmisión bidireccional de T. cruzi entre los ratones y los insectos de la cama.
En el primer experimento realizado en el Centro de Investigación de Enfermedades zoonóticas en la ciudad de Arequipa, los investigadores expusieron a 10 ratones infectados con el parásito a 20 chinches infectados cada tres días durante un mes. De alrededor de 2.000 chinches utilizados en el experimento, la mayoría adquirió T. cruzi después de su alimentación en los ratones. En un experimento separado para probar la transmisión hacia el ratón, encontraron que 9 de cada 12 ratones no infectados, adquirieron el parásito después de que cada uno viviera 30 días con 20 chinches infectados.
En un tercer experimento, los investigadores lograron infectar a los ratones mediante la colocación de las heces de chinches infectadas en la piel del animal que, o bien habían sido inflamados por picaduras de chinches, o raspados con una aguja. Cuatro de cada 10 ratones adquirieron el parásito de esta manera; 1 de cada 5 estaban infectados cuando la piel se raspa por sólo picaduras del insecto. Un último experimento realizado en el laboratorio de chinches en Filadelfia demostró que los insectos de la cama, al igual que los triatominos, defecan cuando se alimentan.
Así los investigadores demostraron que el chinche puede adquirir y transmitir el parásito. Ahora están proyectando trabajar en determinar si son, o serán, agentes importantes en la epidemiología de la enfermedad de Chagas. Por ahora saben que hay algunas razones para preocuparse debido a que estos chinches están en contacto con las personas con mayor frecuencia que sus primas las Vinchucas, puesto que muchas casas están infestadas de ellas, lo cual les da amplia oportunidad para transmitir el parásito.
El T. cruzi es un parasito que vive en los intestinos de las chinches de cama, en el cual se reproducen abundantemente. La infección de personas por este parásito se ha disparado en los EE.UU. como nunca antes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que el número de casos de enfermedad de Chagas podría ascender a 300.000.
La enfermedad fue descrita en 1912 por el médico brasileño Carlos Chagas; es considerada como un asesino silencioso puesto que es difícil de diagnosticar en sus primeras etapas, porque los síntomas son leves o inexistentes. Además, los parásitos se ocultan principalmente en el corazón y el músculo digestivo y con el tiempo puede causar trastornos cardíacos y problemas digestivos o neurológicos. Posteriormente la infección puede conducir a la muerte súbita o insuficiencia cardíaca causada por la destrucción progresiva del músculo cardiaco.
En esta investigación también participó el biólogo Renzo Salazar, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.