Investigadores del MIT afirman que el lenguaje humano, la comunicación humana, podría haber evolucionado a partir de los sistemas subyacentes a los modos de comunicación más antiguos de aves y otros primates.
De las aves, afirman, deriva la parte melódica de nuestra lengua, y de otros primates, lo pragmático, es decir, las que portan el contenido del discurso. En algún momento de estos últimos 100.000 años, esas capacidades se fundieron y dieron forma al lenguaje humano que conocemos hoy.
Para explicar el proceso, señalan, que otros animales, al parecer, tienen conjuntos finitos de cosas que pueden expresar; el lenguaje humano es único que cuenta un conjunto infinito de nuevos significados. Esto permitió que el lenguaje humano no tenga límites y evolucionó en sistemas de lenguaje acotados.
Los investigadores piensan que algunas cualidades aparentemente infinitas del lenguaje humano moderno, cuando se volvieron a analizar, en realidad muestran las cualidades finitas de los lenguajes de otros animales, esto significa que la comunicación humana es más similar a la de otros animales de lo que generalmente se cree.
El trabajo denominado, "La integración de la Hipótesis de Lenguaje Humano Evolución y la Naturaleza de Contemporáneo Idiomas". ha sido desarrollado por el lingüista Shigeru Miyagawa, Robert Berwick, profesor de lingüística computacional, informática e ingeniería del Laboratorio del MIT para la Información y Sistemas de Decisión; y Shiro Ojima y Kazuo Okanoya, de la Universidad de Tokio.
Sus conclusiones recogen elementos de trabajos realizados por Miyagawa anteriormente en el que sostiene que el lenguaje humano se compone de dos capas distintas: la capa expresiva, que se refiere a la estructura mutable de las sentencias, y la capa léxica, donde reside el contenido básico de una oración. Esa idea, a su vez, está basada en los trabajos previos de lingüísticas eruditos como Noam Chomsky, Kenneth Hale, y Samuel Jay Keyser.
Según los investigadores la capa expresiva y capa léxica tienen antecedentes que están en los lenguajes de las aves y otros mamíferos. Las aves, sin embargo, tienen un número limitado de melodías que pueden cantar o recombinarse, y los primates no humanos tienen un número limitado de sonidos con significados particulares. Esto parece presentar un desafío a la idea de que el lenguaje humano podría haber derivado de esos modos de comunicación, que se unieron a las posibilidades de expresión aparentemente infinitas de los seres humanos, sostienen.