Un equipo germano-británico dirigido por investigadores del Instituto Max Planck de Química en Mainz y la Universidad de Heidelberg, descubrió recientemente que el metano en las plantas se produce a partir de un aminoácido (metionina), que todos los organismos vivos necesitan para la elaboración de las proteínas. Los científicos también proponen un mecanismo que podría explicar la producción de metano sin la ayuda de enzimas (producción abiótica), en las células vegetales.
Ya en 2006, los investigadores del Instituto Max Planck descubrieron que las plantas pueden liberar el gas. Sin embargo, no estaba claro cómo se crean los hidrocarburos en las plantas. Los investigadores han descubierto ahora que el metano también se libera a partir de hongos. Hasta hace unos años, sólo se sabía que el gas se forma naturalmente en las erupciones volcánicas, incendios forestales y por los microorganismos que realizan su metabolismo sin oxígeno.
Los rastros de metano en la atmósfera son pequeños pero tienen un gran impacto sobre el clima. Como se sabe, su efecto invernadero es 25 veces mayor que el del dióxido de carbono, razón por la cual, este descubrimiento, es muy relevante para la comprensión del clima. Los investigadores rompieron el dogma de la biología, cuando hace unos años, descubrieron que el metano no sólo es producida por microorganismos, sino también, sobre todo ahora, por el oxígeno.
Sin embargo, los investigadores, señalan que es evidente que las plantas contienen otras fuentes, hasta ahora desconocidas, de gases de efecto invernadero, además de metionina. Indican que en hongos, el metano también se forma de este mismo aminoácido. Esto fue demostrado recientemente por el equipo de investigadores.
Si bien en trabajos anteriores, observaron un mecanismo fotoquímico que juega un papel importante en la descomposición de material vegetal muerto, el proceso observado ahora, se produce en las plantas vivas.
Pero, los investigadores afirman, que Todavía no es posible evaluar las cantidades de metano emitida por las fuentes que se han encontrado en plantas, hongos y posiblemente también los animales, razón por la cual tampoco es claro el papel que estas emisiones de metano juegan en relación con el clima.