La obesidad saludable es un mito, según estudio realizado en instituto Karolinska

Un estudio recientemente publicado proporciona más evidencia en contra de la existencia de un estado obeso sano. En el reporte se informa que las muestras de grasa de tejido de los individuos obesos clasificados como metabólicamente saludables o no, en realidad, muestran cambios anormales casi idénticos en la expresión génica en respuesta a la insulina.

Estos resultados sugieren que las intervenciones de salud intensas pueden ser necesarias para todos los individuos obesos, incluso aquellos que antes se consideraban metabólicamente saludables. La obesidad es la principal expresión del gen que altera el tejido conductor graso, que debe seguir centrándose en la prevención de la obesidad.

Como se sabe, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, que afecta a aproximadamente 600 millones de personas en todo el mundo y aumenta significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, cáncer y diabetes de tipo 2.

Desde la década de 1940, evidencia que apoya la relación entre la obesidad y enfermedades metabólicas y cardiovasculares ha dejado de crecer. Sin embargo, en los años 1970 y 80, los expertos comenzaron a cuestionar a medida que la obesidad aumenta el riesgo de estos trastornos. Estudios posteriores en los finales de los 90 y principios de 2000 mostraron que algunos individuos obesos presentaban un perfil metabólico y cardiovascular relativamente saludable.

Estimaciones recientes sugieren que hasta un 30% de las personas obesas son metabólicamente sanas y, por tanto, pueden necesitan intervenciones menos agresivas para prevenir las complicaciones relacionadas con la obesidad. Una característica distintiva de la obesidad metabólicamente sana es una alta sensibilidad a la hormona insulina, que promueve la absorción de glucosa en la sangre en las células para ser utilizado como energía. Sin embargo, actualmente no existen criterios aceptados para la identificación de la obesidad metabólicamente saludable, y si existe o no, tal cosa es ahora un tema de debate.

Investigadores del Instituto Karolinska, Suecia, evaluaron las respuestas a la insulina en 15 participantes no obesos sanos y 50 sujetos obesos inscritos en un estudio clínico de cirugía de bypass gástrico. Tomaron biopsias de tejido adiposo blanco abdominal antes y al final de un período de dos horas de la infusión intravenosa de insulina y glucosa. Sobre la base de la tasa de absorción de glucosa, los investigadores clasificaron a 21 sujetos obesos como sensibles a la insulina y 29 como resistentes a ella.

Sorprendentemente, se reveló una clara distinción entre los participantes no obesos y ambos grupos de individuos obesos. El tejido adiposo blanco de los individuos obesos sensibles a la insulina y resistentes a la insulina mostró patrones casi idénticos de expresión génica en respuesta a la estimulación de insulina. Estos patrones de expresión de genes anormales no fueron influenciados por los factores de riesgo cardiovasculares o metabólicos como la relación cintura-cadera, la frecuencia cardíaca o la presión arterial. Los resultados muestran que la obesidad en lugar de otros factores de riesgo comunes, es probable que sea el factor principal que determina la salud metabólica.

Así, el estudio sugiere que la noción de la obesidad metabólicamente sana es más complicado de lo que se pensaba, al menos en el tejido adiposo subcutáneo. Una limitación del estudio es que se examinó perfiles de expresión génica sólo en el tejido adiposo blanco subcutáneo, existen otros tipos de tejido graso u otros órganos. Por otra parte, todos los sujetos obesos fueron programados para someterse a la cirugía bariátrica, por lo que los resultados sólo se pueden aplicar a las personas con obesidad severa.

En futuras investigaciones, los investigadores realizarán seguimiento de los participantes en el estudio después de la cirugía bariátrica para determinar si la pérdida de peso normaliza las respuestas de genes a la insulina. También buscarán genes específicos relacionados con la mejora de la salud metabólica en estos individuos.

Mientras tanto, el estudio tiene un importante mensaje para llevar a casa: los individuos obesos sensibles a la insulina pueden no ser tan metabólicamente saludables como se creía anteriormente. Por esto, intervenciones más intensas pueden ser necesarios en estos individuos para prevenir las complicaciones cardiovasculares y metabólicas.