Encuentran restos de artesano metalúrgico: llevaba sobre su pecho una sierra, un hacha, cuchillos y un cincel

 

Arqueólogos polacos descubrieron una docena de artículos de bronce en la tumba de un joven en Huarmey (a 300 km al norte de Lima, Perú). Ellos creen que es una tumba de artesano metalúrgico que vivió aproximadamente hace 1.200 años.

Este descubrimiento se hizo accidentalmente al pie de una montaña, en cuya cima se encontraba la tumba de aristócratas. La pierna de uno de los estudiantes que participaron en las excavaciones, se hundió en un agujero profundo en el lugar, luego, al observarlo, vieron que ocultaba una sorpresa.

El agujero estaba en un lugar donde los arqueólogos creían que era una plaza ceremonial en la cual se habían realizado importantes rituales religiosos. Ahí descubrieron llamas sacrificadas a sus dioses.

La investigación realizada por el Dr. Wiesław Więckowski, un antropólogo polaco, demostró que el hombre tenía unos 20 años en el momento de su muerte. Sin embargo, no hay indicios de que fue asesinado de manera ritual. Este fue colocado en la tumba en una posición sentada. Estaba envuelto en tela que no ha sobrevivido hasta nuestros días, pero su patrón fue impreso en arcilla húmeda utilizada para cubrir a los fallecidos.

La primera vez que vieron el esqueleto no notaron ningún elemento que lo acompañara. Sin embargo, posteriormente notaron que todos los objetos colocados en la tumba con el difunto estaban en el área del pecho. El hombre tenía sus manos sobre ellos. Estos objetos eran principalmente herramientas de metal: una sierra, un hacha, cuchillos y cinceles con mango de hueso, los cuales estaban envueltos en una tela que ha sobrevivido parcialmente.

El análisis experto de las herramientas de metal realizado por científicos de la Universidad de Toronto, mostró que estaban hechas por una aleación de cobre y arsénico. Son objetos de un tipo específico de bronce (el tipo más común de bronce es una aleación de cobre y estaño). Esta aleación de arsénico garantizó la dureza de las herramientas, las que podían usarse para una variedad de trabajos de labranza y talla de metal, así como armas de guerra.

En el caso de la sierra, por ejemplo, algunos de los dientes de la hoja estaban rotas y otros doblados y dañados. En la misma herramienta había un símbolo rectangular que se parecía a un tablero de ajedrez. También se encontraron patrones muy similares en los recipientes de cerámica de la época; al parecer, los fabricantes firmaban sus obras de esta manera.

Pero, los científicos se centraron en el único objeto que no era de bronce: un cuchillo grande hecho de obsidiana, vidrio volcánico formado como resultado del rápido enfriamiento de lava (magma) hace millones de años. Esta obsidiana se consideraba una materia prima muy valiosa en la cultura Wari y en otras culturas de América, se importó en distancias muy largas, en este caso de Quispisisa, un yacimiento ubicado en Huancavelica, a más de mil kilómetros de Huarmey.

Los arqueólogos determinaron que se trataba de la tumba de un artesano metalúrgico debido a que, observaron que una parte de la ofrenda funeraria fue escoria que, probablemente, se formó durante el derretimiento de los metales. Según los investigadores, la escoria no fue enterrada allí accidentalmente, se suponía que simbolizaba el trabajo realizado por el difunto. El hallazgo ofrece importante información sobre los detalles del trabajo metalúrgico durante la civilización Wari.

La investigación fue financiada por el Centro Nacional de Ciencias de la República de Polonia y la compañía minera Antamina.

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