Neurocientíficos de la Universidad de Duke descubrieron el cableado neuronal que subyace al comportamiento predictivo con el que estiman la velocidad de un objeto en movimiento.
Los científicos explicaron que, cuando el ojo rastrea, por ejemplo, un ave que pasa volando, los músculos que envuelven los globos oculares que participan en mantener enfocado al objetivo, marcan la velocidad realizan un estimado de esta.
El circuito descubierto involucrado en este proceso se realizó observando monos. Este circuito está configurado para predecir una determinada velocidad. Los científicos afirman que las neuronas de los sistemas sensoriales y motores del cerebro están guiados por una combinación de experiencias pasadas e insumos sensoriales.
Cuando se replicó este proceso en una red neuronal computarizada, estas conjeturas aprendidas hechas por neuronas motoras imitaron la inferencia estadística bayesiana. Se sabe que la inferencia bayesiana se basa en la probabilidad de un resultado dado y se actualiza a medida que hay más evidencia disponible.
Los investigadores construyeron un modelo matemático del circuito que enfrentó experiencias previas contra una forma de entrada sensorial y que se ajustaba al peso de sus conexiones, tal como lo hace la versión real en sus sinapsis.
Los investigadores señalaron que el modelo se comporta como las neuronas reales. Así, el equipo fue capaz de presentar las respuestas neuronales como una serie de ecuaciones que se ajustan a la lógica bayesiana.
Este trabajo fue publicado en Nature Neuroscience.