Liberación de metano en el fondo marino debido al incremento de la temperatura está creando las condiciones para una explosión que podría tener consecuencias globales.
Este fenómeno ha sido observado en el Océano Ártico donde las filtraciones de metano están relacionadas con el aumento del calentamiento de las aguas durante el siglo pasado. De producirse una explosión podría desencadenarse un cambio climático abrupto, sin embargo, los detalles de los procesos y las tasas de intercambio de gas natural que se emiten a la atmósfera permanecen inciertas.
El descubrimiento fue realizado por un grupo de oceanógrafos que trabajaban en el mar de Barents en el Ártico ruso. Encontraron unos montículos gigantescos en el fondo marino. Ellos sostienen que, en un futuro próximo, podrían explotar y liberar enormes cantidades de gas metano al océano y la atmósfera.
Observaron que el gas se filtra lentamente a través de grietas y son contenidas por la presión de unos 390 metros de agua marina. Si en algún momento el mar desciende, esos montículos podrían explotar. Esto lanzará enormes cantidades de gas.
Sólo sería suficiente que el agua se redujera en solo 20 metros, para que los depósitos de metano se liberen. Este descenso en el mar podría ser producido por el calentamiento del océano con lo cual se produciría la explosión de estos montículos con consecuencias impredecibles.
Los resultados ponen de relieve la compleja interacción entre las capas de hielo, la tierra y la atmósfera durante los últimos 30.000 años. En este periodo se condujeron a cambios importantes en el almacenamiento del carbono submarino que generaron episodios de liberación de metano debido a la variabilidad climática natural mucho antes del calentamiento producido por el hombre. Se cree que una explosión de este tipo acabó con la era glaciar en la tierra.
Este trabajo, que ha sido publicado en la revista 'PNAS', fue liderado por el profesor Pável Serov, de la Universidad de Tromso (Noruega).