Científicos empeñados en crear superpapas que resistan el embate de condiciones ambientales extremas

 

Se sabe que la papa no se adapta bien a las temperaturas extremas o las inundaciones provocadas por el cambio climático, debido a esto, los científicos se han propuesto a desarrollar "súper papas" capaces de soportar condiciones ambientales más duras.

Este tubérculo fue domesticado cerca del lago Titicaca, en Perú, hace al menos 8.000 años, y, desde entonces, fue sustentó de las grandes ciudades del imperio inca. A mediados del siglo XVI, dejó los Andes y cruzó el Atlántico hacia Europa, donde fue introducido en Irlanda en 1589 por el aventurero y cortesano inglés, Sir Walter Raleigh. Por su productividad, pronto se volvió extremadamente popular, y terminó convirtiéndose en un alimento básico en muchos países europeos.

En la actualidad, la papa, es el cuarto alimento más cultivado a nivel mundial, después del arroz, el maíz y el trigo.

Pero este cultivo es vulnerable al anegamiento y al estrés por calor, dado que evolucionó en su suelo original a gran altitud, en el frío seco de los Andes. Ahora, con la contaminación alterando el clima de Europa, la patata tiene que enfrentarse a estos enemigos con una regularidad cada vez mayor.

Científicos de la Universidad de Viena, dirigidos por el profesor Markus Teige, están trabajando en un proyecto denominado ADAPT, para desarrollar nuevas estrategias para garantizar que la productividad del cultivo de la papa se mantenga estable en las condiciones de crecimiento del futuro.

Estas plantas afectadas por el calor excesivo dejan de producir azúcares, lo que impide el desarrollo de los tubérculos, y luego florecen antes de tiempo. Esta es una estrategia excelente para que las papas silvestres aseguren la supervivencia de la especie en condiciones difíciles, pero ofrece bajos rendimientos a los agricultores.

Para este trabajo los científicos se han reunido con productores europeos de papas para conocer detalles sobre su cultivo. Ellos informaron que la sequía y el calor se consideraban las principales repercusiones del cambio climático en las patatas, seguidos de las plagas, las enfermedades y las fuertes lluvias.

Asimismo, informaron que algunas variedades son mejores que otras para resistir el estrés ambiental, lo que sugiere que existe potencial para mejorarlos genéticamente para que sea más tolerante.

Los científicos conocen que el mejoramiento de la papa es especialmente desafiante debido a su genética compleja, pero la carrera está en marcha. Consideran que la solución es aumentar la resiliencia de los cultivos básicos, como las papas, resisten extremos como las altas temperaturas, las plagas y enfermedades, así como dependan menos de los pesticidas.