Científicos ambientales de la Open University (OU) han descubierto que los árboles que crecen en las llanuras aluviales del Amazonas y que rodean este gran río emiten tanto metano a la atmósfera como todos los océanos del mundo. Estos árboles que crecen en zonas húmedas estacionales emiten entre 15.1 y 21.2 millones de toneladas de metano a la atmósfera cada año, comparables a los 18 millones de toneladas de los océanos, o 16-27 millones de toneladas de los humedales de la tundra ártica.
Esta investigación realizada en colaboración con académicos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, las Universidades de Leeds, Linköping, Columbia Británica y otros socios, midió las emisiones de gases de los troncos de más de 2,300 árboles amazónicos de llanuras aluviales. Encontró que los árboles, que actúan como chimeneas, canalizan el metano producido en el suelo y son la fuente de las mayores emisiones jamás registradas en los humedales.
Los científicos saben que el metano es 34 veces más potente que el dióxido de carbono para atrapar el calor en la atmósfera, por lo que consideran que es importante entender de dónde proviene este gas, tanto en los ecosistemas naturales como en la actividad humana.
Las grandes extensiones de bosques del Amazonas que se inundan durante gran parte del año, generan las condiciones ideales para la producción de metano. Sin embargo, las emisiones medidas a partir de la superficie del agua en las últimas décadas no se han sumado a lo que los satélites y otros modelos de medición sugirieron que era la cantidad real de metano que sale del Amazonas. En este estudio han descubierto que las grandes emisiones de los árboles, a veces inundadas por hasta 10 metros, llenan este vacío.
Si bien el proceso es natural, estas emisiones podrían responder a cambios ambientales, como el programa de construcción de represas en la cuenca del Amazonas. Sin embargo, para Sunitha Pangala, coautor e Investigador de la Universidad de Lancaster, advirtió que las llanuras aluviales del Amazonas no son la fuente de los gases de efecto invernadero que deberían preocuparnos.
Este investigador recalca que no es que los árboles sean malos para el medioambiente, sino que así es como funcionan los bosques naturales. Señala que ahora se tiene una imagen más completa de las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y esto podría ayudar a informar cómo el cambio ambiental puede tener un fuerte impacto en la fuente de metano de los humedales tropicales.
Además, de ello, este científico señaló que las emisiones de estos árboles amazónicos siguen siendo solo la mitad de las creadas por los humanos en forma de vertederos y desechos, por lo que considera que se debería trabajar en la reducción de las emisiones humanas, lo cual incluye a la industria láctea y de la carne, y las emisiones de combustibles fósiles, como el fracking.
Esta investigación ha sido publicada en la revista Nature.
Con información de Phys.org