El médico y antropólogo Pedro Weiss Harvey, considerado el Padre de Patología en nuestro país, nació en Lima el 20 de enero de 1893. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde fue un alumno sobresaliente. Sus explicaciones sobre los fenómenos físico-patológicos eran racionales y coherentes.
Fue el primero en señalar que el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, Sida, y la verruga peruana, tenían cierto parecido inmunológico. Viajó a Alemania para ampliar sus conocimientos sobre patología, y a Francia con el objeto de profundizar en dermatología clínica. Optó el grado de Doctor en Medicina en nuestra universidad el 9 de junio de 1927, gracias a sus estudios sobre la verruga peruana.
Estudió e investigó la geografía, ecología, epidemiología y la antropología, para así comprender mejor el ciclo de las enfermedades. A Pedro Weiss se le recuerda también por ser el fundador de la Escuela de Patología en el Perú, de la cual han egresado los más renombrados patólogos del país. Hizo estudios sobre la navegación y la pesca artesanal, reivindicando en la década del cuarenta la importancia del ciclo de la anchoveta, que más tarde serviría de espina dorsal de nuestra economía.
Este investigador fue uno de los iniciadores de los estudios de la Paleo-patología y la Osteología cultural en el Perú. Sus aportes y descripciones sobre deformaciones craneanas, trepanaciones, osteopatológicas han permitido especular sobre las enfermedades más frecuentes observadas en nuestros pueblos precolombinos. Como investigador no se conformó con describir los cambios morfológicos, sino que trató, además, de darle explicaciones fisio-patológicas logrando aportes sobre la verruga peruana, linfoma endonasal, leishmannniasis, entre otros.
Muchos de sus hallazgos se encuentran vigentes como valiosos legados a la ciencia médica. Pedro Weiss Harvey no sólo fue un acucioso investigador, también fue catedrático en las universidades Mayor de San Marcos y Cayetano Heredia. En la Decana de América dictó el curso de Anatomía Patológica y se desempeñó como Director del Museo de la Facultad de Medicina de esta casa de estudios. Su especial interés y estudio del material osteológico prehispánico le permitió presentar una nueva tipología para las deformaciones craneanas en el Perú.
Sus principales trabajos han sido publicados en revistas especializadas del país y del extranjero. Se casó con Amelia de Weiss, pintora y escultora, quien llegó a ser su más cercana colaboradora, crítica y discípula.
Una de sus últimas actividades públicas lo cumplió como consultor del Departamento de Patología del Hospital Arzobispo Loayza. Weiss continuó con sus investigaciones casi hasta los últimos días de su existencia. Falleció a consecuencia de una lesión cerebral, el 21 de octubre de 1985.