También llamada chinchilla boliviana, chinchilla peruana, chinchilla del altiplano, y chinchilla real, es una especie de roedor de la familia Chinchillidae. Tiene el pelaje suave, denso y largo. Entre los chinchillidos es de tamaño mediano, con un peso de 400-500 g y con las siguientes medidas del cuerpo: largo total 220-256 mm, largo de la cola 153-175 mm, largo de la pata 57-59 mm y oreja 60-62 mm. Los machos son de menor tamaño que las hembras. El dorso tiene una coloración general azulada, gris perla o gris oscuro, usualmente con el extremo de los pelos de color negro; el vientre es amarillo claro. La distribución histórica de la chinchilla especie a nivel global abarcada los Andes de Bolivia, sur del Perú, noroeste de Argentina y norte de Chile.
Extinción:
La causa de la extinción en vida silvestre de la chinchilla se debió mayormente a la caza intensiva por su valiosa piel de la que fue objeto en el siglo XVIII y XIX. Ambas especies de chinchilla eran usadas por su piel, carne y como mascotas antes del Imperio Inca por los indios Chichas, Aymaras y Huancas. En el tiempo de los Incas se cazaban para la confección de abrigos para la nobleza y el consumo de carne (Tarifa & Yensen, 2010). El valor económico y la calidad de la piel de la chinchilla fueron reconocidos durante la Conquista Española, y se exportaron pieles a Europa. No obstante, la explotación comercial comenzó en 1828 (Jiménez, 1996). Es vendida como mascota en varios países de Europa, Rusia, Canadá y Estados Unidos.
Conservación:
Mundialmente la chinchilla está listada como «En Peligro Crítico» debido a la drástica reducción de sus poblaciones en el pasado. Se sospecha que las poblaciones de esta especie se han recuperado en algunas áreas debido a que su crianza en cautiverio ha reducido su caza ilegal. Sin embargo, no hay evidencia sobre la tendencia real de dicha recuperación (D’ Elia & Ojeda, 2008). En listas rojas regionales la chinchilla está listada en Peligro Crítico en Perú (Decreto Supremo N° 034-2004-AG).